Pues seguro que aciertas, ya que vas a dar un paso de gigante para recuperar el bienestar físico y mental que buscas. Antes de que cojas este revitalizador camino, nos gustaría hablarte sobre la aplicación y la técnica terapéutica de este masaje, puesto que forma parte de un conjunto mucho más amplio que seguro que también te interesa.
El masaje linfático manual es conocido como el Método Vodder, llamado así debido a los apellidos de sus creadores, el doctor Emil Vodder y su esposa Estrid, quienes trataban a pacientes afectados de resfriados o sinusitis, estimulando la linfa presente en el cuello. Una vez analizados los resultados obtenidos, la pareja terminó creando un método más completo y eficaz que ha perdurado hasta nuestros días y es utilizado por terapeutas manuales y recomendados por especialistas y cirujanos de todo el mundo.
Este método consiste en aplicar suaves masajes en diferentes áreas del cuerpo que ayudan a mejorar la circulación de la linfa y el sistema linfático. Linfa es el nombre que recibe un líquido acuoso que contiene proteínas, sales y glucosa entre otras sustancias. Contiene glóbulos blancos, siendo los encargados de defender a nuestro organismo del ataque de los gérmenes y se trasladan mediante los vasos linfáticos.
Así pues, en un sentido más amplio, podemos decir que el sistema linfático se encarga de trasladar los residuos que se generan a través de la nutrición de las células hasta la sangre, para posteriormente el sistema excretor se encargue de eliminarlos.
Debemos tener en cuenta, que el drenaje linfático no es una técnica para adelgazar, pero si reduce el volumen, ya que elimina líquidos que producen la hinchazón ya su vez, elimina el exceso de toxinas.
El drenaje linfático en el conjunto de la Masoterapia
Para hablar del drenaje linfático, debemos realizar una breve introducción sobre la “familia” a la que corresponde, ya que este masaje, forma parte de una serie de técnicas agrupadas que constituyen un método terapéutico a la que llamamos Masoterapia.
La Masoterapia incluye: el masaje terapéutico, el masaje transverso profundo, la liberación miofascial, el masaje deportivo, técnicas neuromusculares… Entre muchas otras técnicas y, del que os hablamos en este artículo, el drenaje linfático manual.
¿Cuándo y por qué debemos realizarnos un drenaje linfático?
A nadie se le escapa que el sistema de vida que tenemos implantado en nuestra sociedad es realmente muy estresante y tan ajetreado que, nuestro cuerpo, de una u otra forma, se ve afectado por esta aceleración y por el entorno al que lo que sometemos.
Todas estas alteraciones vienen provocadas por causas tan diversas como la polución medioambiental, el estrés, sedentarismo, mala alimentación… y todas ellas provocan que nuestro sistema linfático es colapso. Uno de los síntomas más visibles, sobre todo en mujeres, es la sensación de hinchazón y la retención de líquidos, que más allá de la incidencia estética que nos produce, son afectaciones que pueden derivar en enfermedades más graves, puesto que provoca que nuestro sistema inmunitario se vea afectado.
¿Cómo debe ser el drenaje linfático manual?
El drenaje linfático debe realizarse de forma lenta, en la que el propio terapeuta de notar la circulación de la linfa entre sus manos. En su ejecución, los movimientos deben ser suaves y sin provocar dolor, más bien en contra, debe producir una sensación de placer y relajación. Se realizará siempre en la dirección que marcan los ganglios linfáticos mediante una ligera y controlada presión sobre la piel con las manos y dedos.
Salud, bienestar y embellecimiento
El drenaje linfático podemos realizarlo por todo el cuerpo, ya que sus beneficios pueden repercutir en cualquier zona que notemos algún tipo de afectación.
Más allá del drenaje linfático que se suele realizar en piernas, brazos y manos, muslos, espalda, glúteos o abdomen, para combatir todo tipo de trastornos, también existe el drenaje linfático facial, que nos proporcionará bienestar y combatirá el acné. Éste se inicia con el drenaje de cuello, realizando círculos presionando ligeramente con los dedos en la zona supraclavicular, para a continuación realizar los mismos movimientos sobre el músculo esternocleidomastoidal y la zona de la nuca. Seguidamente, se drena la parte de la cara empezando por la zona alrededor de la boca.
Los efectos del masaje linfático que realizamos sobre nuestro cuerpo, se traducen en una mejora de la microcirculación, lo que le hace muy practicado con fines de embellecimiento, sobre todo para tratar la celulitis o el rejuvenecimiento facial.
También es ideal para aquellos y aquellas que noten síntomas como piernas cansadas o hinchadas, cansancio general, malas digestiones, dolores de cabeza, dolor en articulaciones, alteraciones psicosomáticas, espasmos, etc.
Muchos más beneficios de los que te imaginas
El drenaje linfático manual podemos realizarlo en todos los casos citados con anterioridad, tanto para cumplir con un objetivo estético como para aliviar dolores producidos por lesiones o enfermedades. Así pues, según el síntoma que sufrimos, los beneficios que nos reporta podríamos agruparlos de la siguiente manera:
• Ayuda a eliminar el exceso de líquidos gracias a la activación de la circulación linfática.
• Reduce la hinchazón e inflamación causada por la retención de líquidos.
• Regula la tonificación muscular.
• Mejora las defensas gracias a la ayuda prestada en los ganglios linfáticos.
• Combate la celulitis, el acné y mejora el aspecto de la piel.
• Produce un efecto analgésico, muy recomendado para dolores crónicos.
• Tiene efectos relajantes, con lo que alivia situaciones de estrés y ansiedad.
• Alivia migrañas, cefaleas y vértigo.
• Mejora la circulación sanguínea complementando al aparato circulatorio obstaculizando la aparición de varices.
• Estimula la función renal.
Con todo lo que te hemos explicado, queremos mostrar el camino hacia la salud y el bienestar, pero no dejes de comprobar por ti mismo los beneficios que te traerán un drenaje linfático manual realizado por manos expertas. Queremos que te sientas bien, que le conviertas en tu aliado más saludable y queremos ser cómplices de ello.